Fui una niña acomplejada, una adolescente insegura, y ahora en la "madurez" por fin soy capaz de reírme de mis defectos o peculiaridades.
Naturalmente que procuro sacar partido de mis puntos fuertes y suavizar los débiles, tanto física como mental y emocionalmente, pero afortunadamente ya no soy tan crítica conmigo misma.
Es más, creo que uno de mis encantos es mi capacidad de convertir incluso la cosa más seria en un chiste ... incluida yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario